Hablando de las enfermedades exantemáticas más comunes.
Las enfermedades exantemáticas clásicas son conocidas desde hace tiempo, como la escarlatina, el sarampión, la rubéola, exantema súbito o roséola, así como también el exantema infeccioso causado por una bacteria llamada estafilococo.
¿Quién está expuesto a ellas?
Los pequeños más afectados son los que tienen entre uno y cuatro años de edad, y los síntomas incluyen fiebre y malestar general. El exantema característico, suelen ser vesículas o pequeñas ampollas en manos, pies y boca, pero puede extenderse hacia los glúteos y muslos.
¿Cómo identificarlas y qué hacer contra ellas?
Lo más normal es que las enfermedades exantemáticas se muestran cuando el niño tiene fiebre (temperatura mayor a 38 °C), la cual es recomendable tratar particularmente cuando produce malestar general como pérdida del apetito sin mostrar interés en sus juguetes, se encuentra llorando, etc.
Se pueden utilizar medicamentos para disminuir la fiebre y el malestar general siempre y cuando sean recetados por su médico de confianza, ya que hay diversos medicamentos que no deben ser administrados a los niños, como el ácido acetilsalicílico, ya que pueden asociarse con enfermedades serias.
El tratamiento para estas enfermedades generalmente es solo disminuir los síntomas, como administrar muchos líquidos, utilizar loción de calamina para disminuir la comezón, reposo, etc.